viernes, 10 de octubre de 2014

EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

El Señor de los Milagros es una imagen de Cristo en la cruz pintada en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú), y venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo, por quienes es considerada milagrosa. Su procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo. Fue pintada por un esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón o benito, según Raúl Porras Barrenechea. Se le conoce como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente negra. Podría estar relacionado, según explica la historiadora María Rostworowski, con el culto milenario al dios Pachacámac, tan solo por haber sido pintado en el Barrio de Pachacamilla en el centro de Lima.
Las Cofradías de Negros:
La llegada de miles de personajes atraídos por las noticias de prosperidad y riqueza. Debido a los traficantes de esclavos, una parte importante de estos inmigrantes venían de la costa atlántica de África occidental, que se clasificaban por castas: congos, mandingas, caravelíes, mondongos, mozambiques, terranovos, minas y angolas. Aproximadamente 10, 000 habitantes de Lima se organizaron de tal manera que construyeron sus toscas cabañas o callejones divididos en aviva, es decir el bantú o el kimbundo, cantaban canciones antiguas de sus tierras natales ya que provenían del África Occidental. También se ocupaban de sus enfermos y se preocupaban de que todos tuvieran un entierro decente, mediante pequeñas cuotas de cofrades. De acuerdo a Jean Pierre Tardieu los esclavos angolas eran el grupo más numeroso entre los esclavos negros, sin embargo no eran muy valorados, es decir estaban entre los esclavos más baratos, pues por lo general se les consideraba pusilánimes, enfermizos y poco propensos a la cristianización. En esto último no está de acuerdo el historiador Armando Nieto quien considera que más bien eran los de más fácil cristianización. Según Jean Pierre Tardieu los jesuitas publicaron en 1629 la traducción al castellano del libro Oraciones publicado en Portugal con oraciones en idioma angolano del jesuita lusitano Mateo Cardoso SJ, y el padre general de los jesuitas en Roma Mucio Vitelecchi planteó que el dominio del idioma angolano podía servirles a los jesuitas en Perú como cuarto voto como sacerdotes. Un vocabulario de idioma angolano fue confeccionado por el presbítero López de Castilla (SJ), sin embargo los sacerdotes jesuitas doctrinaban a los angolas y otras etnias mediante la llamada «lengua media», una mezcla de varios idiomas africanos usados por los esclavos negros en Perú. Sobresalieron en la doctrina de negros, los jesuitas Gabriel Perlín y Francisco del Castillo S. J., este último según Tardieu elaboró un devocionario en idioma angolano.

Los africanos, tanto esclavizados como libres, encontraron en la institución de las cofradías una válvula de escape para la condición de opresión que sufrían en el Perú. Desde el siglo XVI se instituyen cofradías de negros con aprobación eclesial. Eran agrupaciones de unos cien miembros en promedio que estaban a cargo de un retablo o capilla en los templos de Lima, dirigidas por un Mayordomo o Caporal, tenían una junta directiva llamada «los veinticuatro» por el número de personas que lo conformaban. Entre las destacadas están la de la Virgen de la Antigua de la Catedral, la de la Virgen del Rosario de Santo Domingo y de San Antón en San Marcelo. Los locales de la cofradía servían para los bautizos, reuniones y velorios. En ciertos casos daban préstamos para que sus miembros manumitiesen, es decir se hicieran libertos. Anthony de la Cruz en su tesis «Cofradías negras de Lima» (1984) postula que la del Santo Cristo no alcanzó a conformarse formalmente como cofradía, se trataría entonces de una pre-cofradía. Las cofradías de negros participaban todos los años en la Procesión de Corpus Christi que era la más importante de Lima.
La Cofradía de Pachacamilla:
Cerca al año 1651, cuando reinaba el Papado de Inocencio X, en el Perú, el Virrey García Sarmiento de Sotomayor y como Arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez. Los negros angolas se agremiaron y levantaron el local de su cofradía en la zona de Pachacamilla, en las afueras de Lima. En la sede de la cofradía, o pre-cofradía como postula Antonhy de la Cruz, en una de sus paredes de adobes del galpón, un esclavo angoleño negro llamado, según se cree Benito, u Pedro Dalcón, plasmó la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada al temple en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío, de un acabado imperfecto, además hay que resaltar que el anónimo pintor no tuvo estudios completos de pintura, y que ejecutó la obra por su propia devoción a Cristo.

El Terremoto de 1655:
El 13 de noviembre de 1655 a las 14:45 horas, tuvo lugar un terrible terremoto que estremeció Lima y Callao, derrumbándose templos, mansiones y las viviendas más frágiles, ocasionando miles de víctimas mortales y damnificados. El temblor afectó también la zona de Pachacamilla y las viviendas igualmente se derrumbaron. Todas las paredes del local de la cofradía se derrumbaron, produciéndose entonces el milagro: el débil muro de adobe en donde se erguía la imagen de Cristo quedó intacto, sin ningún tipo de resquebrajamiento. escrito por Anthony Hurtado.
El milagro a Antonio de León:
Aproximadamente en 1670, Antonio de León (Raúl Banchero le llama Andrés de León, mientras Rubén Vargas Ugarte, Antonio de León), un vecino prominente de la Parroquia de San Sebastián que padecía de terribles dolores debido a una metástasis en el cerebro, fue comunicado por una esclava sobre el Cristo Moreno y sus milagros. Este, al no encontrar solución en médicos y curanderos, acudió a la imagen, milagrosamente sus dolores desaparecieron.

Reprobación de las autoridades:
Las reuniones para venerar la imagen eran los viernes por la noche, alumbrados por las llamas de cera; llevaban flores, perfumando el ambiente con el sahumerio, entonando plegarias acompañándose de arpa, cajas y vihuelas. Con el tiempo, se fue incrementando la peregrinación. Muchas veces se produjeron hechos de índole distinta a las prácticas religiosas. Viendo con malos ojos todos estos hechos el Párroco de San Sebastián, José Laureano de Mena, hace de conocimiento al entonces virrey Conde de Lemos, don Pedro Antonio Fernández de Castro que intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos. El Virrey traslado la solicitud a la máxima autoridad eclesiástica que era en ese momento el Provisor y Vicario General Esteban de Ibarra, por haber fallecido el Arzobispo Pedro de Villagomez. Este envió el 4 de septiembre al sitio al promotor Fiscal del Arzobispado José Lara y Galván, Laureano de Mena y el Notario Juan de Uría, quienes verificaron la existencia de la imagen del Cristo Crucificado, una concurrencia de unas doscientas personas que entonaron el salmo miserere «Tibi soli peccavi» y la presencia del sacristán de la Parroquia de San Marcelo José de Robledillo, a quien José Lara le llamó la atención de autorizar con su presencia tal tipo de reuniones, se armó un tumulto en que los congregados en el lugar rodearon a los representantes eclesiásticos que se vieron obligados a abandonar el lugar. Esteban Ibarra dictaminó que se prohibiesen tales reuniones y que se borrase la imagen, por lo cual entre el 6 y el 13 de septiembre de 1671, y se constituyó al lugar un comité especial dispuesto por el Promotor Fiscal del Arzobispado José Lara y Galán, un notario, posiblemente el mismo Juan de Uría, un pintor indígena de brocha gorda y el capitán de la guardia del Virrey, Pedro Balcazar, escoltado por dos escuadras de soldados para el caso que se produjesen desmanes por la cantidad de curiosos y vecinos que rodeaban el lugar.

El primero en intentarlo fue el pintor que al momento de subir por la escalera hacia la imagen comenzó a sentir temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido, intentó de nuevo proseguir con su tarea, pero al subir otra vez, fue tal su impresión que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar sin concretar el encargo. El segundo hombre, se acercó a la imagen, pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen. El tercero, fue un soldado real de ánimo más templado, éste subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen, vio que ésta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba verde.

Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la gente manifestó su disgusto y comenzó a proferir grandes voces. En vista de lo cual el virrey y el vicario Ibarra decidieron revocar la orden y el Vicario Ibarra autorizó su culto. Luego de una visita del virrey y su esposa, dispusieron se levante una ermita provisional. El 14 de septiembre de 1671 se celebraría la primera misa oficial en la ermita.
Altar mayor y mural Señor de los Milagros de Nazarenas de Lima.:
La primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y civiles:
El 14 de septiembre de 1671 se ofició la primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y civiles, en la recientemente inaugurada ermita que se erigió por orden del virrey Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, fecha que coincide con el día de La Exaltación de la Cruz, comenzándose a difundir el culto y a llegar de diferentes lugares numerosos fieles, comenzándolo a llamar al crucificado Santo Cristo de los Milagros, o de Las Maravillas. Un detalle muy resaltante fue la gestión del Párroco de San Sebastián y de Doña Margarita Andy Tebes Manrique de Lara para el traslado del Mural a dicha parroquia, pero no esperaron la negativa de las autoridades y de los fieles. Días después de tan memorable ceremonia se nombra como primer mayordomo de la entonces Ermita del Santo Cristo de los Milagros a don Alemán.
Sebastián de Antuñano:
Nacido en Vizcaya en 1653, fue el máximo benefactor, por un voto hecho en España, llegado a Lima se dirigió en 1684 a la ermita del Señor de los Milagros, y mientras contemplaba la sagrada efigie se cuenta que repentinamente sintió que el Señor le iluminaba su frente y una voz interior que le susurraba con claridad: «Sebastián, ven a hacerme compañía y a cuidar del esplendor de mi culto». Puesto de rodillas le ofreció servicio incondicional hasta el final de sus días. Después del pavoroso terremoto de 1687, Antuñano tuvo la idea de sacar en procesión una copia fiel del Cristo de los Milagros. Siete años más tarde, Antuñano sintió cercano el fin de sus días, y habiendo hecho testamento el 17 de diciembre de 1716, con todos los auxilios de la Iglesia, falleció en la noche del 20 al 21 de diciembre del mismo año. Tenía sesenta y cuatro años de edad y estuvo al servicio del Cristo de los Milagros por treinta y tres años. Sus restos reposan en el Templo de Las Nazarenas.

El terremoto y la primera procesión:
El 20 de octubre de 1687, a las 4:45 am, un violento terremoto que según cronistas de la época duró más de 15 minutos (sic) arrasó Lima junto al Callao, teniendo una réplica a las 6:30 am, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Ante la sorpresa general la pared de la imagen del crucificado quedó nuevamente en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla por idea de Sebastián de Antuñano. Una vez elaborado el trasunto o copia se sacó en procesión.


El Patrón Jurado por la ciudad de Lima:
Andas del Señor de los Milagros en una misa en los exteriores del Santuario de las Nazarenas el 18 de octubre de 2004.
Cabe reseñar que el Cabildo de Lima, dada su protección constante contra los diversos temblores y terremotos, y al haber quedado inalterado por estos movimientos, y previa gestión de Sebastián de Antuñano, sor Josefa de la Providencia y del Padre Alonso Messía S.J., se declaró el 21 de septiembre de 1715 al Cristo de los Milagros como «Patrono jurado por la Ciudad de los Reyes contra los temblores que azotan la tierra», y desde aquel momento quedó oficializado su culto entre los vecinos de Lima, quienes lo tenían ya como su devoción predilecta. A partir de ese momento fue llamado como se le conoce actualmente El Señor de los Milagros de Nazarenas. EL CABILDO.- Este documento merece conocerse, porque es el primer homenaje tributado por la ciudad al que había de ser su Patrono. Dice así: “En la muy noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú en veintiún día del mes de Setiembre de mil y setecientos y quince años, se juntaron el Cabildo, la Justicia y Regimiento de la dicha ciudad en la Sala de Ayuntamiento, como lo hacen de costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes al servicio de Dios Nuestro Señor y de Su Majestad, que Dios guarde, bien y útil de la República: conviene a saber los señores Maestre de Campo D. Sebastián Palomino Pendón, Regidor perpetuo desta dicha ciudad, General D. Joseph Sarmiento de Sotomayor y de los Ríos, Conde de Portillo, Señor de la Villas de San Salvador de Sabusedo y la Samoyana, ambos Alcaldes Ordinarios de esta ciudad, por su Magestad, D. Pedro Lazcano Centeno de Váldez, Alférez Real y Juez de aguas, D. Joseph Merino y Jarava, Alguacil Mayor D. Martín Joseph Mundarra, Marqués de Santa María, D. Carlos González Terrones, Capitán D. Diego de la Presa Carrillo y el Dr. D. Joseph Velaochaga, Regidores perpetuos de esta ciudad por Su Magestad y lo que ante mí el presente escribano se notó y confirió fue lo siguiente: En este Cabildo se notó y confirió haber mostrado la experiencia los muchos milagros que ha ejecutado Nuestro Señor Jesucristo, el cual intitulan y llaman el Santo Cristo de los Milagros y habiendo tantos años que padece esta ciudad tantas calamidades, así en la esterilidad de los campos, epidemias y otras fatalidades, para que su Divina Magestad mejore los tiempos y la libre de todo mal y contagio, se obliga este Cabildo a dotarle una misa cantada con toda solemnidad y pompa, el día 14 de Setiembre, en que se celebra la Exaltación de la Santa Cruz, a que asistiría el Cabildo para siempre. Y respecto de que la Madre Josefa de la Providencia ha pedido se le aplique el pedregal que está al pié del cerro San Cristóbal para fabricar y formar alguna huerta con las limosnas costear dicha misa, se resolvió por todos los señores capitulares se aplique dicho pedregal haciendo vista de ojos del y los señores comisarios de los solares con el Maestro Mayor de la Fábrica, para que lo mida y tasen y de todo se hará consulta y representación a Su Excelencia suplicándole se sirva de confirmar este cabildo y ordenación. Y en veintisiete de dicho mes de Setiembre el dicho Cabildo, Justicia y Regimiento de dicha ciudad por ante mí el escribano pasaron a hacer e hicieron el voto promesa y juramento siguiente: “ Nos, la Justicia y Regimiento de la Muy Noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú, considerando las calamidades que padecemos y temiendo por nuestras culpas mayores castigos, implorando la Divina Misericordia que experimentamos en la Sagrada Imagen del Santo Cristo de los Milagros que se venera en el Santuario, sito en los confines desata ciudad, hacemos promesa, juramento y voto sobre los Santos Evangelios de cuidar y atender a su mayor culto y veneración, celebrando todos los años su fiesta, el día de la Exaltación de la Cruz, pidiendo humildemente a su Divina Majestad que sea guarda y custodia desata ciudad, para que la defienda de los enemigos visibles e invisibles y de todos cualesquiera males y trabajos que la puedan afligir y lo firmamos en dicha ciudad, en veintisiete de Setiembre de mil setecientos y quince. – D. Sebastián Palomino y Rendón. – El Conde del Portillo. – D. Pedro Lazcano Centeno. – D. José Merino de Heredia y Jarava. – Marqués de Santa María. – D. Carlos González Terrones. – D. Diego Carrillo de la Presa. – D. Joseph Velaochaga. – Ante mí, D. Diego Delgado de Salazar, Escribano de su Magestad. En 1937, el alcalde de Lima Luis Gallo Porras, hizo entrega del Escudo de la ciudad, el cual fue colocado en el vértice superior de las andas del Señor. El 18 de octubre de cada año, la Municipalidad Metropolitana de Lima le rinde un solemne homenaje en la Plaza Mayor de la capital, en nombre de toda la ciudad.
Sor Antonia Lucía del Espíritu Santo:
Nacida en Guayaquil en 1646, la Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, quien había fundado en El Callao un beaterio, al que denominó Colegio de Nazarenas, el mismo que fracasó ante las excesivas exigencias de sus donantes. Luego se traslada a Lima a la zona de Pachacamilla que le dejó como herencia Antuñano donde incluía la bendita efigie del Señor, para ser más precisos donde actualmente se levanta el Santuario. Y funda el beaterio (y posteriormente monasterio) de las Nazarenas, quedando adscrito al Santo Cristo prometiendo su guarda y custodia para siempre; sin embargo, la institución necesitaba de la autorización real para funcionar. Al morir la Madre Antonia, el Beaterio designa como superiora a sor Josefa de la Providencia, quien, tras 18 años de lucha, consiguió que en 1720 el rey de España, Felipe V, y el papa o Benedicto XIII, en 1727, otorgaran la licencia y aprobación para la fundación del Monasterio de las Nazarenas y su transformación en el monasterio de clausura agregado a la Orden de las Carmelitas Descalzas, quedando oficialmente inaugurado el Monasterio el 11 de marzo de 1730.

El terremoto y maremoto de 1746:
El 28 de octubre de 1746 el día en que se registró el peor terremoto ocurrido en Lima, Callao fue destruido por un maremoto, siendo virrey del Perú el conde de Superunda, don José Manso de Velasco fue así como había una vez, cada año, en este día, sale el Señor de los Milagros en Procesión y se hace su día festivo central.
El Templo de las Nazarenas:
Por decisión y apoyo incondicional del entonces virrey Manuel Amat y Juniet, aportar anualmente desde el año de 1764 hasta 1776, 150 pesos de la época como limosna para la construcción del nuevo Templo de Nazarenas, llegando a duplicar en la cuaresma de 1775 la limosna. También colaboró en todos los estudios técnicos de los planos de la obra, la inspección de la construcción y todos los permisos necesarios para que finalmente fuera inaugurada el 21 de enero de 1771 ante el júbilo de las Madres Nazarenas como el pueblo de Lima. Cabe resaltar que la idea originalmente fue de Micaela Villegas la Perricholi, quien era devota del Señor de los Milagros, y un buen día visitó la ermita y al verla en lamentable estado, decidió levantarle un templo digno para su culto, e hizo las coordinaciones con su pareja sentimental el virrey Amat y se ejecutó la obra, con recursos propios y del pueblo limeño.

Nuevas obras en el Santuario y Monasterio de Nazarenas:
Estos nuevos proyectos que hoy en día ven la luz de la realidad, comenzaron el 13 de septiembre de 1966, con la llegada de cuatro religiosas provenientes de Vitoria, España, quedando 2, sor María Soledad de Nuestra Señora y sor María Rosa del Pilar (f. 12 de septiembre de 2010), ya que sor Carmen de la Eucaristía y Juana María de la Cruz retornaron años después a España. Llegado a los pocos días el mes de Octubre, el día 17, un pavoroso terremoto destruyó lo poco que estuvo en pie luego de la reconstrucción de 1955 del terremoto del 24 de mayo de 1940. Luego de decisiones y acciones tomadas, se pudo iniciar la reparación total del monasterio quedando totalmente terminado y bendecido el 9 de octubre de 1968 por el entonces cardenal Juan Landázuri Ricketts. También se inauguró el edificio Astoria.

En 1980 se inauguró el enrejado del Santuario de Nazarenas de estilo rococó ya que va de acuerdo a la época de construcción del Santuario. En 1987 se empezó a construir la Capilla de la Reconciliación diseñada por los arquitectos José Antonio Vallarino Vinatea y Oscar Borasino Peschiera, concluida en 1989, y que en 1992 les mereció el premio Hexágono de Oro en la VIII Bienal de Arquitectura convocada por el Colegio de Arquitectos del Perú, así como en 1993 obtuvieron el premio internacional en la Bienal de Arquitectura de Quito.

Entre abril de 1991 hasta julio de 1993 se realizaron las restauraciones de los cuadros procesionales del Señor de los Milagros y de Nuestra Señora de la Nube, así como también del Muro Original.

Entre 1994 hasta 1999, se efectuó la restauración del Santuario de Nazarenas siendo inaugurada la obra el 14 de septiembre de 1999. El 14 de noviembre de 2001 se inauguró el sistema de iluminación del Santuario de Nazarenas con presencia de los Reyes de España, El Presidente José María Aznar, Autoridades Eclesiásticas y Civiles de Lima. Desde el año 2002 se ha empezó a restarurar los ambientes del Monasterio siendo concluida a mediados del 2008. El 2009, se restauró la fachada principal del Santuario, devolviéndole su color original.

Las Sagradas Andas:
Las andas son la estructura que permite transportar la imagen venerada en procesión. Cargadas en hombros, pueden ser interpretadas como símbolo de realeza, en tanto permiten evocar las literas de los reyes. Las andas hacen posible llevar en alto, elevar sobre el pueblo la imagen, consintiendo una relación más directa con el objeto de su piedad.

Las Andas del Señor de los Milagros están formadas, en primer lugar; por una especie de mesa de madera de caoba y refuerzos metálicos sobre la que se alza la imagen; la mesa atravesada longitudinalmente por cuatro largos travesaños de pino oregón que sirven para el transporte. Los travesaños, de 3,46 m de longitud, están recubiertos en la parte superior por planchas de plata y en la inferior ligeramente acolchadas en terciopelo color morado. Las terminales de las patas son de bronce.

Sobre la mesa se levanta un pequeño podio de madera recubierto con láminas de plata tallada, que sirve de base a la imagen.En cada una de las cuatro esquinas del anda, un ángel de plata maciza de 1 mt de alto y 50 kg de peso, con alas desplegadas, sostiene entre las manos una azucena de plata con trinches de acero, donde se colocan los conos de flores.

Tanto en la parte frontal del anda, como posterior se ubican las jardineras también de plata, para los arreglos florales que se reciben en el recorrido y donde también se encuentran los candelabros de plata para las velas, cinco al frente de cada imagen, encendidas durante todo el recorrido procesional. El lienzo del Señor de los Milagros se ubica sobre el eje transversal del anda. El lienzo, en cuya parte posterior se ubica el de Nuestra Señora de la Nube, está encuadrado por un doble marco de columnas salomónicas que rematan en capiteles a modo de querubines, sobre los que se apoya un arco ornamentado con especies de volutas y rostros de ángeles. El arranque del arco coincide con los brazos de la Cruz. Columnas, arco y ornamentaciones son de plata pura y están rodeadas por rayos de plata bañada en oro de 21 kilates que rematan en 33 puntas. En la parte más alta, sobre los rayos, aparece el escudo de la Ciudad de los Reyes de Lima. Las Andas del Señor de los Milagros miden en total 4, 40 m de alto, 1, 64 de lado, y pesaban originalmente cerca de 1,700 kg, de los cuales 450 kg de plata pura, con los accesorios pesa cerca de 2,500 kg.

El hábito morado:
Tanto ha crecido este culto con el curso de los años, que en el mes de octubre en el Perú y en Lima en particular, los devotos se visten todo el mes con hábitos morados y una soga blanca a la cintura las damas y corbata morada, al cuello los caballeros. El origen de este color según cuentan las crónicas, se encuentra en la historia de la Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, llegada a Lima desde el entonces corregimiento de Santiago de Guayaquil, una mujer de mucha fe, quien viuda de un matrimonio obligado, fundó un beaterio de nazarenas cuyo hábito era de color morado propio de la túnica nazarena. Lamentablemente se le quitó la dirección y fundó otro beaterio llamado el Beaterio de Monserrate conocido como El Instituto Nazareno, el cual solo funcionó 17 años por falta de permisos.

Se le terminó dando un espacio al lado de la capilla del Señor de los Milagros donde sus beatas cuidaban la efigie. Esta característica está muy interiorizada en la cultura peruana, tanto así que a Octubre, se le denomina el «mes morado» y junto con las multitudinarias procesiones es común observar a devotos que usan el hábito todo el mes.
 

PREGUNTAS DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
1º_¿Qien lo pinto y donde? Fue pintada en ua pared de adobe.La imagen del Señor de los Milagros fue pintada por un esclavo angoleño llamado Pedro Dalcon.

2º_¿Porque es el Cristo de Pachacamilla? Porque un negro esclavo que vivia en la zona pinto la imgen en un muro de pachacamilla curiosamente cuando hubo un terremoto todas las casa se calleron menos el muro en elq estava pintada dicha imagen...por eso dicen q es milagrosa.

3º_ ¿Porque lo sacan en prosecion?

El 20 de octubre de 1687, a las 4:45 am, un violento terremoto que según cronistas de la época duró más de 15 minutos (sic) arrasó Lima junto al Callao, teniendo una réplica a las 6:30 am, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Ante la sorpresa general la pared de la imagen del crucificado quedó nuevamente en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla por idea de Sebastián de Antuñano. Una vez elaborado el trasunto o copia se sacó en procesión.
 4º_¿Cuantas cuadrillas existen?

Una semana para mostrar lo que es la Hermandad a través de las cuadrillas, auténticas familias con su historia e identidad bien definida. Me ha llamado la atención cómo los "postulantes", los cachimbos han recibido la posta y saben contar la historia, las tradiciones, las actividades, los proyectos.
5º_¿Donde esta actualmente situada? Ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú).
6º_¿Desde cuando se da en huancayo?
  La sagrada imagen del Señor de los Milagros realizó su primera imponente procesión, acompañada de cientos de fieles, quienes partieron desde su santuario ubicado en la avenida Huancavelica, para luego recorrer las principales calles de Huancayo hasta llegar a la Iglesia Catedral de la ciudad. Agregó que este año, el mensaje del Cristo Moreno debe ser buscar la paz en la nación, sobre todo en las zonas conflictivas.
7º_ ¿Que dulces vende ahi? 
El turrón de Doña Pepa es un dulce tradicional peruano relacionado con la festividad del Señor de los Milagros, formado por tres o más palos de harina distribuidos de manera similar al juego jenga, bañado con miel de chancaca y decorado con grageas y confites de varias formas y colores.







 

viernes, 18 de julio de 2014

La importancia de la evaluación

La importancia de la evaluación

 
La evaluación es un punto clave en el desarrollo de cualquier proyecto, y tiene repercusión directa en el trabajo y la evolución de la organización.  Así, la metodología de trabajo que proponemos para todos los procesos que se den en la asociación tiene siempre cuatro pasos: Planificación, Actuación, Recogida de datos y, finalmente, la Evaluación que es, a su vez, el punto de partida para la siguiente planificación.
Hay dos razones fundamentales por las que es necesario evaluar: supone hacer un análisis de nuestra intervención y, por lo tanto, es un momento de reflexión que culmina el proceso de aprendizaje que es el desarrollo de nuestra actividad: evaluar nos lleva, en consecuencia, a mejorar y a progresar; y además, es un ejercicio de responsabilidad social y política, especialmente si las actividades llevadas a cabo se financian con fondos públicos.
El fin último de la evaluación es la mejora del trabajo de la organización y de sus propuestas.  Ha de ser útil y práctica, y ha de recoger toda la información pertinente. Si hablamos de un proyecto o un programa de actividades, en la evaluación hemos de tener en cuenta que habrá que evaluar los siguientes puntos:
  • Grado eficacia y eficiencia.
  • Idoneidad, es decir, si nuestro proyecto se adecua  a la realidad y a los objetivos.
  • Cómo es el proceso de toma de decisiones.
  • Análisis prospectivo de cómo deberían de ser las futuras actuaciones.
La evaluación, además, significa recoger y analizar sistemáticamente una información, que nos permita determinar el valor y/o mérito de lo que se hace. Pero no podemos olvidar que ante todo debe ser útil y práctica y ha de ser una práctica asumida en la entidad y con una periodicidad establecida. Cómo mínimo se debe realizar una evaluación general al cierre de cada año que nos sirva de orientación y mejora para la planificación del siguiente. Lo aconsejable, de todos modos, es una evaluación general por trimestre. Además, todos los proyectos y programas deben ser evaluados independientemente de las evaluaciones generales.

 

jueves, 17 de julio de 2014




FIESTAS PATRIAS

Las Fiestas Patrias son unas de las fechas del calendario turístico peruano en las que resulta más costoso viajar. Sin embargo, están entre las que mayor movimiento de turistas generan en el interior del país.

Para el próximo fin de semana largo, por ejemplo, que corresponde a las festividades nacionales de este año, los empresarios del sectorturismo esperan que al menos dos millones de personas salgan de sus lugares de residencia y visiten uno –o varios– atractivos turísticos.
 
Esta cantidad de viajeros [la mínima esperada para el 2014] essimilar a la que se movilizó el año pasado durante las celebraciones de julio. En esta ocasión, según Magín Pérez, consultor de la Universidad de San Martín de Porres (USMP), la gente comenzará a salir desde el viernes 25 y, ya en mayor medida, desde el 26, cubriendo los días 27, 28 y 29, fecha en la que la gran mayoría retornará a casa.
 
Con base en el Perfil del Turista Nacional elaborado por Prom–Perú, se estima que el gasto promedio de estos vacacionistas fluctuará entre los S/.400 y S/.500. Con esta data, empresarios como Fredy Gamarra, ex presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines del Perú (AHORA), proyecta que se generará un movimiento económico de US$321,4 millones a favor de los destinos más visitados. ¿Cuáles serán estos atractivos favoritos?
 
Las playas del norte, que se ubican en Chiclayo, Piura y Tumbes, están entre las más solicitadas. En un segundo orden, la sierra y selva central, es decir: Jauja, Tarma y Huancayo, en el primer caso, y San Ramón, La Merced y Chanchamayo, en el segundo. Luego, el clásico circuito sur, que agrupa a Arequipa, Cusco y Puno, destinos que, además, son recorridos por turistas extranjeros.    
 
Carlos Canales, presidente del Buró de Convenciones de Lima y ex titular de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), añade a la lista destinos al sur más próximos a la capital: Pisco, Chincha y Paracas, y al llamado Norte Chico: Huaral, Huaura y Barranca, lugares a donde la inversión para el viaje es mucho menor y no es necesaria demasiada previsión.